"Al igual que ocurre con otros bienes y servicios, el consumidor (paciente) se fía del oferente (médico) respecto a la calidad del producto y, habitualmente, no está en condiciones de juzgar la necesidad y calidad del producto antes del consumo, ni de emitir juicio después".
Es importante que nuestros pacientes aprendan a juzgar un servicio y a exigir. Esto debe aplicarse tanto a nivel público como privado. Un paciente instruido o educado sabe exigir para bien, habiéndose informado debidamente. Sin groserías ni maltrato.
-- Posteado desde el iPhone (Vía BlogPress)
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