viernes, 27 de diciembre de 2019

Las colas de gasolina no mejoraron con el sistema de placa

Lamentablemente, así es. Me tocó nuevamente hacer mi cola y me quedé mirando para San Felipe cuando fue mi turno. Las matemáticas no fallan. La gente que maneja las estaciones de servicio no tiene el control. Todos se aglomeran adelante y los de las cola sólo una parte accede. Es difícil hacer justicia. 
La estrategia de colocar los días para tanquear por día según el número de placa no aminoró la cola porque lo que las causa no se trató. 
Tuve nuevamente que apoyarme con un familiar que pertenece al cuerpo militar. Costó, pero pude. Y nuevamente también ver cómo era la cosa allí. 
Ojalá el nuevo año traiga una mejor noticia con este problema. Se lo pido a la Virgen de Altagracia y a San Benito. 

domingo, 15 de diciembre de 2019

Haciendo las colas de la gasolina

Estas últimas semanas en Maracaibo han sido toda una tortura para tranquear el vehículo. Siendo el país con la gasolina más barata del mundo ha hecho que se haya convertido en una mercancía para personas que se lucran con ella. Como muchas cosas que el gobierno ha intentado que se universalicen, como la salud, la educación, la Internet, el acceso a la telefonía fija y celular y la gasolina gratis, un grupo de personas ha hecho que estas cosas se conviertan en cosas para venderse. Esas cosas a las que todos debemos tener acceso, unos pocos las capitalizan y las venden: cupos, equipos electrodomésticos, carros ... Y gasolina. 
Estas últimas semanas ha sido sumamente difícil acceder a la gasolina porque unos pocos se han apoderado de ella. Es lo que impresiona. A pesar de que el parque automotor a disminuido mucho sigue habiendo un consumo desmesurado. También hay una parte del iceberg que no se informa: escasa producción, escasa distribución, contrabando, etc. 
Estuve haciendo cola desde la madrugada e, infructuosamente, no he podido. Me quedo en el camino. Pero tuve la oportunidad ayer de ir al comienzo de la fila, a ver qué pasaba. Me quedé impresionado de la cantidad de gente que se involucra en ello. Los militares, los bomberos (esos que están en los surtidores), los políticos, los dueños de las estaciones de servicio, los proveedores de las estaciones de servicio, toda la red de amigos de ellos. Son más de 30 personas metidas en el barullo de gente alrededor de los surtidores que tratan sin lograrlo de hacer justicia a todo el gentío que está en la cola. Las cisternas llegan en la madrugada. Tardan como 40 minutos en hacerlo y descargan algo así como 14 mil litros. Eso equivale a 280 vehículos si se le surten 50 litros a cada uno, pero no es así. Hay vehículos que tiene tanques de hasta 140 litros que, supongo, no deben llenar, hasta las motocicletas, que tienen 10 a 15 litros. Y las motos abunda muchos. 
Lo primero que hice fue presentarme al encargado de la estación, un militar de la Guardia Nacional, que me dijo sin más que no podía, que sólo estaban autorizados los "efectivos", o sea, los militares, policías, guardias, ejército. Nunca había visto tantas motos manejadas por policías y militares. Yo me presenté, por supuesto, como médico que iba a una guardia medica. Y le mostré mis credenciales. No sirvió de nada. 
En la logística de despacho, se inhabilita un surtidor que se deja para los que ellos decidan: el dueño, la encargada, que era una diputada, también había una concejal y el militar jefe. Todos tenían una cuota. 
Para esa cantidad de combustible es lógico que se acabe al mediodía. Un amigo presente, que ha trabajado en ese mundo, me informó que en la estación debe quedar un depósito de 50 mil litros por motivos de seguridad. Es una reserva estratégica. El día anterior, en la misma estación, habían bajado a los 40 mil litros y tuvieron que firmar un acta de lo que había ocurrido. 
Finalmente, ese amigo abogó por mí y me permitieron tranquear luego de las 11 de la mañana, después de haber estado desde las 6. Rogaba a Dios que no se acabara cuando me tocara. 
Se ve cada cosa en esas colas. Pacientes, embarazadas, ancianos y ancianas, plantas eléctricas, personal de salud, personal de guardia. 
La realidad es que no hay gasolina, lo dijeron, la realidad es que no alcanza para todos, la realidad es que la gasolina es regalada, no la cobran. La realidad es que los preferenciales pagan a los que "administran" la cola. 
El daño patrimonial es inmenso: es ecológico, es tributario, es económico, es político, es social. Tiene muchas aristas y lo que se hace es colocar parches.