jueves, 11 de abril de 2019

Lectura de hoy: La doctrina del shock de Naomi Klein

A pesar de que es un libro político, yo diría más bien que es multifacético. Es científico, político, histórico y habla de economía. Se puede descargar en PDF en la internet y leer en una sentada.
Naomi Klein es una periodista estadounidense. Sus escritos son muy controversiales. Nadie queda indiferente. En este caso habla de la escuela de economía de Chicago, de Milton Freedman y sus experiencias en América Latina y Asia, don de han aplicado su estrategia del shock, tal como ocurre con el electroshock como terapia siquiátrica. Hace una símil entre la electroterapia como método de tortura (no como forma de tratar una afección) y el aprovechamiento de circunstancias catastróficas en los países a intervenir para aplicar medidas económicas de libre mercado.
Da muchos detalles de cada una de estas afirmaciones y ejemplariza con el caso Chile, Allende y Pinochet con una gran cantidad de detalles acerca de cómo ocurrió. Chile fue el gran laboratorio de las teorías económicas de los "Chicago boys".
Recomiendo esta lectura ampliamente.
Le dieron el premio Nobel de Economía a Milton Freedman por sus teorías, pero al año siguiente se lo dieron a Amnistía Internacional por haber documentado ampliamente las torturas hechas en la dictadura militar de Argentina, dónde se habían aplicado las mismas medidas. Mundo loco.

La brega del día a día

A veces olvido escribir y recuerdo que es una de las formas de dejar testimonio de lo que está pasando en mi vida, tal como la percibo. Sentarse a escribir a veces es tedioso, pero hay que hacer el hábito.
Estos días con estos problemas eléctricos, de ausencias y enlentecimiento de la vida y la productividad, ha hecho que los hábitos cambien, que se modifique el estatus de comodidad y las rutinas. Hay algunas cosas malas, el calor, por ser Maracaibo como es, pero han habido otras cosas buenas, definitivamente.
Me trae recuerdos de mi infancia y mi juventud en Cabimas porque, en esa época no teníamos aire acondicionado. Yo le crié sin esa vetusto aparato que ha hecho que las ciudades sean ahora más calientes. Me gusta el aire frío (o fresco), pero sé que hacen un daño climático grande. Nos aparta también de nuestra tropicalidad. Nosotros somos caribeños, cálidos, de ropas ligeras, de ambientes frescos y abiertos. Pero nos acostumbramos a cuatro paredes cerradas y el aire encendido permanentemente. Un ambiente frío, en el que los miembros de la familia se va cada uno a su cuarto.
Ahora hay que abrir las ventanas, abrir las puertas de los cuartos, bajar al patio o salir al frente. Ver al vecino, conversar. Veo con emoción que ahora los niños del edificio bajan a jugar y forman unos berrinches de grito que dan alegría.
Cada experiencia que estamos viviendo actualmente en el país, que parece traumática porque nos saca de la zona de tranquilidad, esa tranquilidad que hemos adquirido recientemente, una comodidad artificial, debemos sacar aprendizaje de ella. Es sufrida, si. Nos trastoca. Pero debemos aprender de ella. Debemos ser más sabios. No olvidar para no cometer los mismos errores, sean cuales sean. Debe hacer que seamos más humanos, más gente.