miércoles, 25 de julio de 2018

Conversación

Chácharas, charla, parloteo. Es la gran expresión dela humanidad, la comunicación verbal. El idioma o lengua.
Luego de ver al paciente entrar al consultorio, cuando conversamos, se da inicio a la verdadera evaluación. Esa cháchara cordial en que nos dice su nombre y nos cuenta sus penas mentales y físicas es la que nos conecta en la llamada relación médico-paciente.
Hay que darle trascendencia a esta parte. En ella el médico debe ser muy buen puente y captar los detalles que nos vienen diciendo. Esas finas partículas que suelta en la charla, que debemos ir engranando, es vital para un diagnóstico correcto.
He visto colegas y algún que otro personal de enfermería que no les gusta que los pacientes colmen el tiempo de la consulta ya que le quitan espacio a otros. Ciertamente no hay manera de adivinar a primera vista quién requiere más tiempo que otro, pero, he ahí que el tiempo no debe limitarse a tiempo estipulado para cada uno. En la medicina interna, que es como la medicina familiar del adulto, en que los pacientes se vuelven amigos de uno por las cronicidades y porque los pacientes sienten que uno "los conoce", menos aún debe fijarse tiempos para ver a los pacientes. El diálogo es importante. Es vital que el paciente se desahogue y suelte lo que lleva retenido, tanto como si fuera una mala secreción.
Para los médicos nuevos: escuchen. Para los viejos: reaprendan a escuchar. Para los pacientes: busquen médicos o médicas que les escuchen porque es el que realmente se preocupe.

Maracaibo: Capital, la ciudad del sol

Este cartel aparece en un conocido restaurante franquicia de comida rápida de arepas y otras cosas en la avenida Santa Rita. Habla del gentilicio del maracaibero y de su querida ciudad. Ya yo llevo la mitad de mi vida acá, que soy de Cabimas, y la he aprendido a querer.
Hay que quererla. No desarrollar un falso regionalismo. El maracaibero ha dejado de ser gentil y colaborador en ocasiones debido a la crisis económica. Debemos rescatar el espíritu de la solidaridad.
Se ha vuelto algo tristona. La requerimos alegre y dicharachera, como dice la gaita.

miércoles, 11 de julio de 2018

Historia de un ministro

Cuenta la historia de un funcionario que tenía aspiraciones políticas, jefe, diputado, alcalde, gobernador y esas cosas. Fue jefe político en su gremio en su estado. Pero como todos tenemos un jefe arriba, como decía Bob Dylan, le encomendaron ir a Caracas para ser viceministro. Tenía que ver el panorama para ser ministro. Y así fue que se encaramó en algunos y lo consiguió. Lo primero que hizo fue cambiar su despacho, cosa dura en tiempos de crisis. Lo llamaban "El Palacio Blanco". Todo era nuevo y reluciente y cuentan que hasta mesa de billar y gimnasio tenía. Cosa bizarra en tiempos de crisis.


Luego se montó en hacer los negocios con las constructoras. Y todo lo demás no es que quedó en segundo plano, sino que, sencillamente, no existía.


Ya el funcionario no es ministro y cuentan las buenas y las malas lenguas que a varios de los suyos los vieron salir esposados hace poco.


Ojalá y el nuevo ministro eche los cuentos de lo que consiguió en el palacio blanco.

domingo, 8 de julio de 2018

Maracaibo malnutrida

Lo que sucede en una ciudad es un reflejo de lo que pasa en el país.
Malnutrición es un término para englobar los trastornos de nutrición, tanto de déficit como en exceso.
Con esta crisis se viven situaciones bizarras. Así como se ve gente comiendo de la basura, se ve gente atestado los locales de apuestas y comida chatarra. Parece que las crisis son así. Los problemas de algunos son los negocios de otros. Unos pocos se benefician de las crisis de muchos.
Por eso podemos decir que la "apuesta por el socialismo" es sólo un espejismo, hablando de lo que debe ser en la práctica algo.
En la ciudad se puede ver el reflejo de esta crisis. La población general ha perdido peso, a expensas de los derivados proteicos, que son los de mayor costo. Los programas gubernamentales apoyan con los carbohidratos: harinas, pastas, arroz. Las últimas entregas, afortunadamente llevan leche y leguminosas. Pero esto dura poco. Y si la familia es nuenrosa, menos aún. La desnutrición camina por las calles de Maracaibo.
¿Cómo lo vemos en las consultas? Infecciones que no ceden, heridas que no cierran, niños con Kwashiorkor, ausentismo escolar, iglesias repletas de gentes que acuden a comer y no a orar. Ya vemos médicos desnutridos. Ya hemos enfermeras desnutridas. No son inventos. Colegas de las regiones.
Por otro lado vemos los restaurantes y puestos de comida rápida, pastelerías, atestados con gente obesa haciendo cola. El otro lado de la crisis. Dos segmentos claramente divididos. Incluso geográficamente.
Nuevamente digo que los políticos, a mi impresión, se mueven sólo en un sector, porque no ven al otro que es el mayoritario.

El funcionario de confianza

Cuenta una historia de un funcionario de confianza del mero mero. Muy eficaz para producir dinero para aportar al fisco y a las obras sociales del gobierno. Lo que no sabía el mero mero era que muy buena parte de esa plata era la inversión en reparaciones y mantenimiento. Había dividendos, pero las cosas se fueron deteriorando progresivamente. El funcionario ya no está, todo está hecho una chatarrería y ahora se le persigue por medio mundo. El que antes era 'el hombre de confianza' era el experto en chanchullos.


Una historia muy repetida en nuestras sociedades latinoamericanas de las cuales no aprendemos nada.