sábado, 6 de marzo de 2010

Teclear o escribir

Desde que estudiaba medicina nos decían que el médico o la médica tenían mala letra debido a que tenía que tomar apuntes muy rápido y, por esa razón, perdía la caligrafía que había adquirido en la escuela. Igualmente, cuando estudiaba medicina, ya se comenzaban a grabar las clases con grabadoras como, por ejemplo, las de periodista. Incluso, transcribirlas me ayudó a costearme una pequeña parte de la carrera. Entonces, no debe haber excusas para que los profesionales de la salud tengamos mala caligrafía.
Con el advenimiento de las computadoras, ahora la gente teclea en lugar de escribir o, mejor dicho, manuscribir. La razón de escribir esto es porque parte de mi trabajo consiste en leer cantidades de informes médicos. Existe una tendencia a que los y las colegas escriban los informes y las secretarias los trascriban, con los errores ortográficos consiguientes de quienes no conocen el lenguaje técnico médico. Hay algunos que hacen sus propios informes, inclusive les colocan fotos de las lesiones, pero son pocos quienes lo hacen.
Entonces, pregunto, ¿Es más fácil teclear o manuscribir?  Todavía estamos en una época de transición para adoptar las nuevas tecnologías informáticas, tales como la historia clínica digital y la receta electrónica, al menos acá en Venezuela. Existen colegas que no saben ni dar con una tecla y otros u otras que manejan todas las herramientas (móviles, correo, chat, scanners, pdf, etc.) en la práctica médica. Para mi, particularmente, me gusta más teclear. Creo que me lastima menos la mano. Los escritos quedan legibles y puedo controlar lo que yo escribo. Es más fácil teclear, cuando se ha adquirido la práctica. Me decía mi hermano, que es escritor, que un amigo le contó que, desde que tiene la computadora escribe más que antes. Antes usaba la máquina de escribir. Mis hijos ni conocieron la máquina de escribir.
Pero hay otros y otras que prefieren seguir escribiendo a mano, con buena o mala caligrafía, porque le dan mayor importancia a la entrevista, al examen físico y al recuerdo. Aún así, se quedan cortos con lo que se escribe en la historia y los informes. Leo constantemente informes de pocas líneas y, cuando me entrevisto con los colegas me relatan cosas y detalles que, por supuesto, ni se mencionan. Recuerdo, en esas entrevistas o reuniones médicas cuando mi jefe decía: “Lo que está relatando, doctor, es toda una clase, aclara mucho el panorama de lo que ocurrió con la paciente, pero, por favor, escríbanoslo”.
Y es que, legalmente, todo lo que escribamos en la historia es relevante. Hay detalles que salvaguardan la responsabilidad del médico. Cuando, en los centros de salud se masifique la tecnología, la informática, veremos que es más fácil teclear que manuscribir. Hay muchísimas otras cosas que tenemos y debemos hacer con las manos.

No hay comentarios: