viernes, 22 de abril de 2016

Celebrando el día de la Tierra en Maracaibo

Este 22 de abril se celebra el Día de la Tierra para concienciarnos sobre la superpoblación. Maracaibo es una de esas ciudades que crece desmesuradamente, calentándola más y dejándola sin agua. Creo que es  una parte de lo que estamos viviendo ahora, dejando a un lado un poco lo de El Niño. Desde el punto de vista arquitectónico tiene bellezas de antaño,  pero las construcciones modernas son lo menos ecológicas y lógicas posibles. Pequeñas,  cerradas,  con dependencia total de los aires acondicionados. Esas feroces cajas de metal que consumen mucha electricidad y que arrojan calor al exterior. Todo para que estemos más enfriados que los pingüinos. Siempre he dicho que Maracaibo es la ciudad más fría que hay...  Hasta que sales al aire libre.
Maracaibo es una hermosa ciudad, acogedora, cálida humanamente hablando. Pero violentamente está devorando al ambiente. Estamos en un ciclo interminable de consumo de energía y calor.
Cuando yo era pequeño no teníamos aire acondicionado. Ahora cualquier rancho tiene uno y cualquier casa o apartamento de clase media tiene hasta 3 aparatos como mínimo. Eso sin contar con toda la aparamentazón que existe: televisores  computadoras,  microondas, lavadoras, secadoras, tostadoras, areperas, exprimidores, cocinas, campanas extractoras,  sin contar con los cargadoras de celulares, tabletas y laptops, equipos de sonido, lámparas y sistemas de Bluray y teatro en el hogar.
Pero ahora,  aparte de que tenemos toda esta devoción y orgía de consumo,  no caemos en cuenta de ello porque pagamos poco en relación a lo realmente debe costar. En otros países, especialmente en el viejo continente, nunca he visto tanto despilfarro como acá.
Celebrar el día de la Tierra en Maracaibo es una ironía, ciertamente. Es como celebrar el día de la gasolina o algo así, otro desastre ecológico. El contrabando de combustible es la destrucción de la Laguna de Sinamaica sin pagar impuestos.

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