miércoles, 27 de julio de 2016

Difícil está la salud

De verdad, estamos viviendo una crisis sin precedentes en este rico país petrolero. Baja el precio del barril y baja la ética y la moral de las personas. Es difícil que hagamos una revolución de amor por 2 grandes razones: somos muy consumistas y no nos duele lo que no es de nosotros. El petróleo parece que nos hubiese acostumbrado a comprar todo y no hacer nada. También que nada sea reciclable,  renovable, todo desechable.
En los centros de salud vemos como todo es desechable. Y se consume en muy grandes cantidades. El nivel de desechos es impresionante. Igualmente, como todo lo pone papá estado nada nos duele. Hay derroche y corrupción. Y no pensamos en cambiar este patrón. Inclusive, no pensamos que algún día ese comportamiento nos va a tocar.
Si cada día hiciéramos el mínimo esfuerzo en hacer un uso más racional de los recursos en salud, la suma rendirá grandes frutos.

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