sábado, 4 de enero de 2020

Al fin pude tanquear gasolina, con marcaje

Una de las personas que me ayudó a poder tanquear hace una semana me recomendó una estación de servicio qué es más probable en la que pudiera tanquear. Madrugué y me puse en la cola a varios kilómetros de distancia. El personal de la GN que organizaba apareció a las 8 y marcó los carros. Afortunadamente quedé de último para un total de 260 vehículos. Es decir número 260 de 260. 
La cola corría y se movía bien. Llegué al final al surtidor al mediodía y, tras de mí, pusieron la banda de cierre. No lo podía creer. Detrás de mí habían quedado otros carros que no pudieron, temprano cuando marcaron. Inclusive en la señal que me pusieron indicaban que yo era el último y que "no pelearan". 
Fuerte el día. Tan intenso como una guardia médica. Me llevé varios libros, todos muy provechosos. Me faltó llevar agua, pero estuve bien. El calor era imponente y por los lados pasaban cualquier cantidad de vendedores. Cerca de la estación había todo un ecosistema de avisadores que cuidaban los puestos, indicaban el paso y, de alguna forma, vendían puestos. 
Delante de mí metieron 2 carros. Así que la numeración era cuidada y cumplida, pero con excepciones. 
Ojalá esto pueda mejorar pronto. Esto tiene muchas causas, pero la gente vive las consecuencias de las cosas. El mensaje final es la consecuencia y ahí entran buenos y malos, cumplidores de las leyes y los vivos. 

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