domingo, 4 de febrero de 2018

Salud en crisis

Qué fuerte nos ha caído esta hiperinflación. El salario se ha vuelto una sombra. Se ha vuelto transparente. La gente ya no vive sino que sobrevive. Y sólo escribo esto para que quede constancia a futuro. Sea cuales sean las causas de ella, no se toman medidas urgentes. Es como un juego de ajedrez en que cada quien mueve las piezas pensando bien primero. Pero es lento, muy lento. Mientras la gente padece y muere. Mientras otros hacen el negocio de sus vidas. 
La migración de médicos no es normal. Es una desbandada. A veces da la impresión de que ya se ha ido más de la mitad de la gente, entre médicos, enfermería, bioanalistas y nutricionistas. Todas las semanas la gente de tal o cual clínica o tal o cual hospital comenta qué compañeros se han ido. Parece que hubiese un viaducto a Chile, por ejemplo. Me imagino que en Chile harán comunas o barrios con nombres venezolanos. Los chilenos aprenderán a comer arenas y halladas y otras cosas por el estilo y los venezolanos aprenderán a comer empanadas chilenas y locos con mayonesa. Si aprende a amar a Neruda y a Mistral sería un triunfo. Pero los chilenos pueden estar seguros de eso. Por qué la gente que ha ido para allá es eñgente muy preparada. Tengo varios amigos internistas allá, excelentes, dedicados. Creo que van a hace muy buena medicina y a compartir sus conocimientos. Va a ser un compartir y una buena experiencia. 
Mientras, aquí, los que quedamos seguimos en la batalla diaria. Así le digo a mis pacientes: "En la batalla". 
Un resumen de lo que ocurre más o menos sería así:
Fallas en medicamentos, especialmente los esenciales. Altos precios. 
Fallas en insumos y altos precios. 
Fallas en vacunas. Ya se están viendo las enfermedades como difteria y sarampión. 
Fallas en antirretrovirales y quimioterapia. 
Fallas en insumos para hemodiálisis. 
Fallas en reactivos para laboratorios y banco de sangre. 
Fallas en insumos para radiología. 
Resonadores y tomógrafos dañados con poca y cara oferta de los mismos. 
Escasez de médicos y enfermeras hace que las clínicas y hospitales cierren alas, habitaciones o servicios. 
Guardias públicas congestionadas y agotadores, con alto índice de frustración por qué no hay cómo resolver. Muertes y mayor morbilidad. 
Al no controlar cronicidades vienen las complicaciones agudas y mayor congestión hospitalaria.
Bajos salarios también hacen que el personal de salud pase el tiempo tratando de resolver de otras maneras. 
Ausentismo laboral en clínicas y hospitales. 
Falta de efectivo hace que la gente no vaya a trabajar. Clínicas y hospitales trabajando a medio tren. A veces, más de la mitad del tren. 
Los dueños de clínicas y directores de hospitales no hayan cómo hacer para que el personal no se vaya. Se están creando nuevas carreras, oportunidades para estudiar medicina u otras carreras en salud. 
Los registros están hipertrofiados de gente apostillando y registrando para poder salir. 
Los mecanismos económicos ya deberían estarse ejecutando. No deben esperar. 

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