domingo, 16 de octubre de 2011
El blog desde el móvil
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Los aportes de Jobs
1) El iPod: Como soy musicómano, pude pasar por todas las etapas de
esta instancia en mi ida. Primero grababa casetes en el equipo de
sonido de la casa o de mis amigos. Mi primer walkman lo tuve en mis
años de la universidad. Luego, el discman fue toda una novedad. Pasar
la música de los casetes a los discos compactos fue otra cosa, pero
andar con casetes y discos era una tortura gustosa, porque amamos la
música. Después vino el mp3 y, casi de la mano, el iPod, como fiel
representante de estos dispositivos. El poder andar sin el pocote de
discos, sin porta discos, sin porta casetes, colocarlo en un dock, en
un despertador, en un equipo de sonido, es toda una comodidad.
2) Mac: Poder descubrir que existe algo diferente a Windows y que es
mejor, no sólo estéticamente, sino en rendimiento y estabilidad,
tampoco tiene precio. Lamentablemente, en Venezuela la plataforma es
especulada totalmente. Estas computadoras no son más caras que
cualquier otra que tenga Windows, pero acá las venden a precio de oro.
Si quieres saber lo buenas que son hay que comprarlas afuera.
domingo, 4 de septiembre de 2011
Viajando a Ríohacha, la Guajira colombiana
Hace poco realizamos un corto viaje a la capital de La Guajira colombiana por tierra, con mi familia. La experiencia fue muy provechosa para todos, aparte de que viajar enriquece en muchas cosas, fue una experiencia muy grata. El primero paso para viajar en carro fuera del país es solicitar una inspección a la Dirección de Tránsito Terrestre, en Maracaibo ubicada en la C2. Hay que levar el vehículo a revisión con los documentos originales. Se paga un depósito bancario de Bs. 50. Copia de cédula y copia del registro del carro. La Dirección entrega un papel que sirve de permiso para sacar el carro.
Al llegar a la raya, en Paraguachón, se supone que deben exigir este documento, pero, a algunos sí y a otros no. Al pasar la raya, del lado colombiano se requiere sacar la carta andina, que es el permiso para circular por el país, y el permiso para el carro. El primero se saca en el DAS, con la cédula (no se requiere pasaporte). Se debe decir cuántos días se estará en Colombia y una dirección donde van a estar. Se hace una cola que camina rápido y entregan un papel firmado y sellado. Es personal y se hace con un captahuellas. Luego, hay que ir al DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas de Colombia) que está al frente. Unos paisanos que están allí colaboran por propinas sacando el serial del carro que se pone en el permiso. Lo hacen con cinta adhesiva. Se requiere copia del permiso o revisión que entregó Tránsito Terrestre, la carta andina y copia de cédula. Entregan una hoja firmada y sellada, con el serial copiado en el dorso y da un tiempo para circular de acuerdo al tiempo de estancia especificado en la carta andina. Todos estos trámites son gratuitos. Lo único que hay que pagar es un seguro para el carro que vale 83 mil pesos (un equivalente a 190 Bs.). Lo del seguro se hace aparte, en una oficina que está cerca del DAIN.
Luego hay que cambiar los bolívares en pesos, que el cambio varía según la época. Es importante conocer cómo se hace la conversión para futuras transacciones.
Al tener todo esto arrancamos a Ríohacha por la vía de Maicao. Allí se pueden comprar algunas provisiones, principalmente etílicas, porque los precios de este rubro allí están mejor.
Finalmente, en una hora, se llega a Ríohacha, capital del Departamento de La Guajira. Hay que probar el arroz de coco, el arroz de camarones, el ovejito en todas sus formas y el pescado en todas sus variantes. Hay buenos hoteles, la gente es muy amable y dispuesta. Es necesario conocer la playa, el boulevard y ver los bolsos wayúus, los susú, caminárselo todo y disfrutar la brisa.
Espero volver y recorrer lo que nos falta.
viernes, 2 de septiembre de 2011
Leer en medicina
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domingo, 21 de agosto de 2011
Qué vaina con la ampicilina
También está en nosotros, como médicos, educar a las madres, a las abuelas, que no le pidan al farmacéutico la dichosa capsulita ni ningún otro "combiótico" para el hijo o el nieto y que le saquen esa idea de la cabeza a la familia: "Tomáte una ampicilinita que eso te tumba el catarro". Por Dios, señora, señor, amigo, no lo haga. Sólo el médico dirá, según criterios bien basados a qué infección prescribirá esa ampicilina que usted tanto desea o cualquier otro antibiótico que esté en su angustiosa mente.
miércoles, 3 de agosto de 2011
Algunas personas ...
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