sábado, 6 de julio de 2013

La Dra. Cole de Noah Gordon

Este es el tercer y último libro de la saga El Médico de este escritor estadounidense. Trata de la vida de una mujer en las generaciones de los Cole en la época moderna quien decide dejar la medicina moderna, el hospital, las tecnologías, así como las injusticias, las demandas y la eterna envidia entre médicos para irse a vivir a las montañas y practicar la medicina rural. 

Hay fragmentos muy buenos, tales como: 

“Anónimos expertos en eficacia de las compañías de seguros habían determinado cuánto tiempo y cuántas visitas podía conceder a cada paciente, quién debía ser rápidamente despachado a análisis, a rayos X, a ultrasonidos, a resonancia magnética, los procedimientos que hacían casi todo el trabajo de diagnóstico y que la protegían contra juicios por negligencia profesional.”


“Algunos alumnos aún acudían a la facultad con la presuntuosa esperanza de que les enseñarían a ser dioses de la curación y los educarían en la infalibilidad, y les contrariaba que se mencionara el hecho de que, al tratar de curar, los médicos a veces causaban lesiones y daños a sus pacientes.”


“Si formáramos a médicos de cabecera, Sidney, podríamos poner en marcha algo grande. Son los médicos que realmente hacen falta.”

“R.J. pronto se dio cuenta de que, en todos los aspectos de la atención médica, los pacientes se exponían a resultar perjudicados por sus benefactores. A medida que salían al mercado muchos más medicamentos, a medida que los médicos encargaban un número cada vez mayor de pruebas y estudios de laboratorio para protegerse contra demandas por negligencia, se multiplicaban las posibilidades de que se presentara un trastorno yatrógeno.”

“Se decía que algunos de los médicos Cole que ha habido a lo largo de los siglos eran capaces de predecir la muerte cogiendo de las manos a sus pacientes.”

“Algunos médicos decían, sin ocultar su enojo, que era inexcusable que un médico se dedicara a un trabajo que perjudicaba a sus compañeros de profesión, y”

“La solución no consiste en acabar con las demandas por negligencia.
La solución consiste en acabar con la negligencia habitual, en enseñar a la gente a que no se dedique a presentar demandas frívolas, y en enseñar a los médicos a protegerse de esos errores humanamente inevitables.”

“La medicina familiar es la más pura de todas las medicinas. Pienso ofrecérmela a mí misma como un regalo.”

“No se podría organizar el consultorio de manera que funcionara únicamente con pagos en efectivo y prescindir por completo de las compañías aseguradoras, que eran la causa principal de casi todas las cuestiones negativas que a veces volvían desagradable la práctica de la medicina?”

“Elaboró una técnica clínica para trabajar con los pacientes que carecían de seguro, consciente de que debería enfrentarse a dolencias descuidadas durante mucho tiempo.”

“El dinero no me importa. Lo que me importa es practicar en este pueblo una medicina de clase internacional.”

“Le explicó lo que sentía cuando lograba ayudar a alguien, cuando conseguía suprimirle el dolor o prolongarle la vida.
—Es como un orgasmo cósmico.”

“El pago por tratar a pacientes asegurados, aunque lento en llegar, estaba garantizado. De los no asegurados, algunos eran indigentes, y sin vacilación ni pesar dio por canceladas sus facturas.”

“lo que tus pacientes también deben comprender, es que además de atenderlos estás llevando un negocio.”

“Justo en el momento del peligro, pero no antes,
a Dios y al médico adoramos por igual;
una vez pasado el peligro, por igual se lo pagamos:
Dios olvidado, y el médico desdeñado.”

“R.J. tomó conciencia de una verdad como un templo: mientras viviera en un pueblo que estaba dispuesto a ayudar a una anciana indigente, le daba igual que los lavabos del ayuntamiento no fueran nuevos ni estuvieran resplandecientes.”

“Ser una médica rural era como hacer acrobacias sin red. En Boston, en el Hospital Lemuel Grace, tenía a mano la tecnología diagnóstica y de laboratorio; aquí estaba sola. Seguía existiendo la alta tecnología, pero sus pacientes y ella tenían que hacer un esfuerzo para alcanzarla.”

“Aún se movía a tientas, pero ya empezaba a conocer íntimamente a algunos pacientes, a escrutar los rincones de sus vidas que influían en su salud, de la manera en que podía hacerlo un médico de pueblo.”

“Clinton había prometido que proporcionaría un seguro médico a todos los que careciesen de él.
La doctora Roberta Cole pretendía recordarle esta promesa, y echó la papeleta como si estuviera rompiendo una lanza contra el sistema de atención sanitaria.”

“La Ley Hill-Burton se aprobó con el propósito de proteger a los indigentes y a las personas sin seguro contra posibles calamidades, pero no lo consigue porque sólo cubre la factura del hospital.”

“El hospital incrementa sus facturas a las compañías de seguros para cubrir lo que no puede cobrar a los pacientes como Bonnie -comentó David con voz pausada-, y las compañías de seguros aumentan sus primas para cubrir ese incremento. O sea que al final todos los que contratan un seguro médico acaban pagando los gastos de hospital de Bonnie.”

“En Estados Unidos hay treinta y siete millones de personas que carecen de cualquier tipo de seguro médico.
Las naciones industrializadas, como Alemania, Italia, Francia, Japón, Inglaterra y Canadá, proporcionan atención médica a todos sus ciudadanos, y el coste es una pequeña parte de lo que el país más rico del mundo se gasta en un sistema de atención sanitaria inadecuado. Es una vergüenza nacional.”

“A los pocos minutos se encontró escuchando a un senador que tachaba a Hillary Clinton de «samaritana visionaria» por su promesa de hacer aprobar una ley de asistencia sanitaria para todo el mundo. El senador era millonario, y todos sus problemas de salud eran atendidos en el Hospital Naval de Bethesda de forma gratuita.”

“Estandarizan la ciencia y te la dictan paso a paso, sin tener en cuenta las variaciones ni las necesidades individuales. La dirección insiste en que los detalles no clínicos de la vida del paciente, el trasfondo que a veces nos revela la auténtica causa del problema, son una pérdida de tiempo y deben dejarse de lado.”

“Creo que la ciencia médica ha progresado lo suficiente para que podamos trabajar con restricciones de tiempo y análisis establecidos para cada dolencia, siempre y cuando los médicos tengamos derecho a apartarnos «del manual» sin necesidad de perder tiempo y energías defendiéndonos ante la dirección".

“A menudo nos pedían que firmáramos recetas para pacientes de otros médicos, que recetáramos medicamentos a personas que no conocíamos y de las que ignorábamos los detalles de su enfermedad. Y como los médicos éramos simples empleados, no podíamos hacer nada respecto al bajo nivel de calidad del centro.”

“Sigo creyendo que la asistencia médica administrada es la única posibilidad de que Estados Unidos llegue a tener asistencia sanitaria para todos los ciudadanos. Intentaré colocarme en otra SMS, pero esta vez me aseguraré de que sea buena.”

“Sigo creyendo que la asistencia médica administrada es la única posibilidad de que Estados Unidos llegue a tener asistencia sanitaria para todos los ciudadanos. Intentaré colocarme en otra SMS, pero esta vez me aseguraré de que sea buena.”

“Todo el mundo reconocía que el sistema nacional de asistencia sanitaria era ineficaz, elitista y demasiado caro. El plan más sencillo, y el más eficiente en proporción al coste, era el sistema utilizado por otras naciones desarrolladas: el Gobierno cobraba impuestos y pagaba la asistencia sanitaria a todos los ciudadanos.
Pero aunque el capitalismo norteamericano proporciona los mejores aspectos de la democracia, también proporciona los peores, entre otros los cabilderos a sueldo que ejercen enormes presiones sobre el Congreso para proteger los pingües beneficios de las industrias de la salud”

“Que al final, a fuerza de errores, acabarán montando un sistema viable, después de años y años de tiempo perdido, de salud perdida, de vidas perdidas”

“Quizá los médicos tengan que cambiar las cosas sin mucha ayuda de los políticos, tratar gratuitamente a ciertas personas”

“Todo el mundo habla de lo sana que es la vida del agricultor, siempre trabajando al aire libre y todo eso. Pero no piensan que el pobre hombre inhala polvo de paja en cobertizos cerrados y respira constantemente abonos químicos y herbicidas”

“Respiramos muy bien aquí, y yo soy tan activa en mi comunidad como tú en la tuya. Sois dos profesionales de primera, y deberíais estar participando en la medicina del futuro. En este hospital trabajamos en la vanguardia de la medicina. ¿Qué podéis hacer como médicas en un pueblo de las montañas que no podáis hacer aquí?”

“Mucha gente que tiene esta misma enfermedad vive bastantes años. Lo importante es que crea usted, pero que lo crea de veras, que va a ser una de esas personas. Sé que es usted religioso, y no le haría ningún daño rezar mucho en estos momentos.”

“La licencia estatal tenía que renovarse cada dos años y, para proteger a los pacientes, la ley exigía a todo médico que solicitara la renovación, pruebas documentales de haber realizado un mínimo de cien horas de educación médica continuada.”


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