
Estuve en una clínica de la ciudad con un familiar haciendo un procedimiento muy poco rutinario en el ambiente quirúrgico, que es la autotransfusión. Consiste en extraer una o dos bolsas de sangre de un paciente que va a ser operado eventualmente en un período de dos semanas o más, a fin de tenerla disponible para la cirugía. Puede durar hasta 35 días en refrigeración a 4 grados centígrados. Trae las ventajas de que es la misma sangre del paciente, sobre todo en aquellos que son testigos de Jehová, no hay que estar buscando donantes a la carrera, especialmente si la disponibilidad es escasa o se tiene reservadas para estrictas emergencias. Es un procedimiento tan simple y seguro, biológicamente, que los cirujanos deberían aplicarlo a todas las cirugías, en la medida de lo posible.
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