domingo, 2 de junio de 2013

Mis reflexiones del congreso de medicina interna

Luego de esos 4 días entre conferencia y conferencia, a veces era difícil elegir cuál sería provechosa y cuál no, podemos reflexionar lo siguiente: 
El papel del internista en la cadena de atención al paciente es importante cuando lo fragmentan: si lo ve la atención primaria y luego las especialidades, es el internista quien debe integrar cada una de las conclusiones y decisiones de cada uno para evitar la polifarmacia, los efectos adversos y los estudios innecesarios. Por ello su rol es cada vez más importante y decisivo. 
Los esfuerzos en la prevención de las enfermedades cardiometabólicas, la diabetes, la obesidad, el síndrome metabólico, la hipertensión, son todavía muy escasos. Por esta razón se plantean más agresivos, desde comenzar medicación y hasta la cirugía bariátrica, dada la pandemia que tenemos y que se acrecenta cada vez más. A veces vemos en la consulta pacientes obesos con signos de hiperinsulinismo, con cifras tensionales en el límite, que, luego se pierden de la consulta (cuando uno ha insistido en la modificación de el estilo de vida) y retornan con mayor peso y cifras altas de glicemia. 
Necesariamente buenos cambiar las estrategias de información al paciente para que llegue el mensaje. Que les cree mayor impacto en las mentes y que sepan que cada vez hay más diabéticos, más hipertensos y, por tanto, más complicaciones: tenemos más pacientes amputados, más lisiados por enfermedad cerebrovascular, más dializándose, más ciegos. 
Debemos echar mano de las herramientas tecnológicas para el control: correo, internet, mensajes de texto, aplicaciones, llamadas, etc. 
La primera parada que debemos hacer es con los jóvenes, más sedentarios, más sumergidos en la mala alimentación y en la mala nutrición, con nuestros hijos. Cultivar hábitos saludables e insistir con el ejercicio como herramienta terapéutica. Es gratis y tiene mayor impacto que las estrategias enumeradas en el congreso. 

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